Las Indicaciones Geográficas (IG) son formas de protección legitimadas por convenios internacionales y los productos con este signo distintivo de origen se diferencian por terroir. La economía creativa inaugura una línea de pensamiento en la que el capital simbólico y la creatividad se reconocen como activos creativos esenciales y determinantes para el desarrollo. Las actividades de la economía creativa ligadas a cualquier actividad económica con productos simbólicos basados en la propiedad intelectual permiten expandir la notoriedad y el mercado guiado únicamente por la economía tradicional. La economía creativa abarca dominios culturales (patrimonio cultural/natural, celebración, artes visuales, medios audiovisuales y servicios creativos) y dominios complementarios (turismo y ocio). Considerando el vino con IG como un recurso intangible, simbólico y notorio en la región vitivinícola, la economía creativa podría apropiarse de estos recursos para incrementar el reconocimiento y el potencial de desarrollo. El desarrollo se abordó considerando la notoriedad del vino con IG como ventaja competitiva y la economía creativa utilizando el simbolismo y organización del arreglo productivo como parte de un proceso descentralizado orientado al brandingde lugar. Así, el objetivo general de esta investigación fue verificar la contribución de la economía creativa al desarrollo territorial de las regiones con IG para el vino. La investigación se clasifica como un estudio de caso múltiple, cualitativo, aplicado, exploratorio, descriptivo y transversal. El territorio estudiado comprendió las seis regiones con IG para vino en Brasil porque es un segmento económico concentrado geográficamente, relevante en la producción de vino y enoturismo y por ser una de las primeras IG brasileñas. La recolección de datos se realizó mediante entrevistas que incluyeron, siguiendo la metodología Tridente Creativo, grupos conformados por el poder público, sector productivo y sector creativo. Las principales conclusiones son que: (1) La economía creativa en relación con las indicaciones geográficas se restringe al desarrollo de marcas, etiquetas, contraetiquetas, frascos y folletos explicativos. Los hechos están relacionados con el vino y no específicamente con las indicaciones geográficas. Por tanto, la economía creativa no contribuye de forma significativa al desarrollo territorial de las regiones con IG porque aún no existe una planificación estratégica de marketing que lleve a la sociedad a tener un valor simbólico para las indicaciones geográficas; (2) El valor simbólico existente se debe al vino y no directamente a la IG; (3) La adopción de un nuevo marco al implementar un IG es una necesidad, dadas las limitadas acciones de marketing para IG. El cumplimiento actual de los criterios técnicos y la organización de productores es insuficiente para lograr el desarrollo territorial de las IG. Este estudio concluye, por tanto, por la necesidad de sumar al proceso de otorgamiento de una indicación geográfica una planificación estratégica basada en la economía creativa, la marca de lugar y el desarrollo territorial a partir de este recurso endógeno para transformar el territorio en un espacio de gobernanza de multifuncionalidades, interrelaciones, alianzas y medios para producir vinos valorados no solo por la calidad, sino también por el valor simbólico de las indicaciones geográficas.