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La alimentación tiene un impacto directo en la cohesión territorial y configura una identidad compartida en torno a los productos autóctonos y la cultura gastronómica propia y diferencial de las regiones. En Cataluña, el sector agroalimentario se considera estratégico para la sostenibilidad de la sociedad, y clave en la generación de nuestra identidad colectiva, vertebra la sociedad por medio de una cultura alimentaria propia que se debe valorar y preservar como activo diferencial, y actúa como nexo de unión entre las diferentes realidades del territorio catalán. En este sentido, las DOP/IGP son una herramienta importante para poner en valor la riqueza, calidad y diversidad de los productos de nuestro territorio.

Por ello, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural ha elaborado el Plan Estratégico de la Alimentación de Cataluña 2021-2026 (PEAC), con el objetivo de disponer de una política alimentaria catalana única y compartida, construida con todos los agentes, la producción, los consumidores, las industrias de elaboración, transformación y distribución, la venta y la restauración. Esta hoja de ruta quiere construir un sistema alimentario sostenible, seguro, resiliente, saludable y de acceso universal; una única herramienta consensuada y cogestionada entre los diferentes actores implicados, representados en el Consejo Catalán de la Alimentación, órgano de debate, consulta y participación, que liderará la implantación del PEAC. En el proceso de elaboración han participado más de 350 expertos del ámbito alimentario, más de 200 entidades y asociaciones del sector, y más de 450 ciudadanos, garantizando así la multisectorialidad y transversalidad de este instrumento, que responde a las necesidades del sector, del territorio y de nuestra sociedad.

Esta es una oportunidad estratégica para implementar los objetivos de las agendas internacionales, la Agenda 2030 (ODS), la estrategia Farm to Fork, y la reforma de la PAC, en nuestra región, permitiendo la alineación de la estrategia alimentaria de Cataluña con las nuevas políticas alimentarias europeas.

En los informes consultados para la elaboración del Plan, se observa que sólo el 14% de los consumidores en Europa reconocen los logotipos de los productos DOP(1); el 20% de las IGP(1), y el 14%, de las especialidades tradicionales(1). Ante estos datos y el hecho de que la alimentación es un nexo de unión y de cohesión territorial, nos planteamos el reto, durante los próximos 5 años, de conseguir promover al menos 25 iniciativas de valoración de productos de calidad diferenciada (IGP, DOP) y artesanos, así como de variedades locales y razas autóctonas, para promocionar la gastronomía catalana. Eso se hará a través de varias actuaciones específicas y de otras que incluyen la formación, la comunicación y la investigación. De forma general pretenden dotar de prestigio los oficios relacionados con la producción de alimentos, definir estrategias de promoción del producto autóctono catalán, consolidar la gastronomía como vector de impulso de la cultura culinaria catalana, difundir información veraz, independiente y fiable sobre alimentación y gastronomía, e informar y sensibilizar a la población del impacto que tienen sus decisiones de consumo.

(1) Europeans, Agriculture and the CAP, Special Eurobarometer 504.